martes, 30 de junio de 2020

Oportunidades de Negocio para Emprendimientos Sociales en Época de Pandemia -II

Quienes me conocen, saben sobre mi posición contraria hacia la alta dependencia por parte de emprendimientos sociales y culturales, por los recursos del estado.

Soy del crudo pensar que quien lo hace tiene poca capacidad de innovación y diferenciación, por lo que asumirse en la responsabilidad económica de otro es más fácil, así el emprendimiento termine siendo poco sostenible en el tiempo. No quiero decir con el comentario que no pueda recurrirse a la fuente de financiamiento público. Pero supeditar el funcionamiento, la operación y el éxito de la organización a estos recursos, es grave. 

La identificación de oportunidades sociales  como lo expuse en el artículo anterior, debe ser una tarea sin fin del gestor social, que busca opciones en los sectores tradicionales del área social (ODS,  salud, educación, medio ambiente, equidad de genero, niñez y juventud, acceso a las TIC, etc.) con el fin de mejorar la oferta de servicios/productos sociales a la comunidad. Sin embargo, y dadas las tendencias del empresarismo social, indagar en la posibilidad de generar alianzas con otros sectores económicos que han sido ajenos o lejanos al tema social, puede redituar en algo positivo.  Algunos campos en donde pueden presentarse oportunidades para ideas de negocio generadoras de impacto social sostenible -GISS- son:

1. Empresas Híbrido: Tema de profundización en un próximo blog, son organizaciones que combinan dentro de su modelo de negocios la lógica de la generación de impacto social, con la lógica comercial para alcanzar su sostenibilidad.  Este tipo de empresas busca la creación de valor social y económico a la vez sin reñir entre ellos, y  "(...)es una manera nueva de combinar la creatividad y el dinamismo de los negocios con el idealismo y el altruismo (...)" como lo propone Muhammad Yunus en su libro Empresas para Todos.

Buscar oportunidades de negocio en otros sectores económicos, analizando las tendencias de consumo o las potencialidades de la región, pueden ser de gran ayuda para la toma de esta decisión. 

Tal es el caso de Vision Spring, empresa social que busca mejorar la visión de personas de bajo nivel de ingresos, con la venta de lentes para ellos, construyendo una red de ventas con organizaciones sociales para alcanzar su meta. 

2. Creación de contenido social: Promover acciones y formas que busquen informar, educar, reflexionar, conscientizar o transformar a una comunidad en el tema social objeto de la organización de manera creativa e innovadora, puede convertirse en una muy buena fuente de ingresos sin perder el foco temático principal de ella. Al ser conocedores de los temas sociales y de los modelos de intervención para generar el impacto social, la alianza con empresas dedicadas a la creación de contenidos, al entretenimiento o a la producción artística en general, puede resultar en una opción estratégica de mucha conveniencia por parte de la organización social que pretenda incursionar en este campo.  Psicólogos escribiendo guiones para artistas de la ilustración para la producción de cómic de salud sexual y reproductiva; El gestor ambiental que promueve una serie web con un productor audiovisual para un cortometraje sobre el tema; el videojuego que promueve la educación infantil, son algunos casos a considerar. 

Un par de ejemplos pueden clarificar el asunto: El primero, SuperBetter de Jane McGonigal, un juego de realidad virtual que busca mejorar la depresión, ansiedad y problemas de personalidad de las personas que lo juegan, a través del cumplimiento de retos y misiones. El segundo, es la serie web En Transito , un proyecto audiovisual para  promover la diversidad sexual.  

3. Alianzas con empresas del sector tradicional: Si lo suyo continua en las formas clásicas de gestión social, una buena opción de mejorar los ingresos es a través del acceso a programas de RSE con una variación en el discurso social que promueve la estrategia: Realizar acciones empresariales sociales conjuntas, de relaciones gana-gana, sin la visión asistencialista o de caridad propia del sector, en donde pueda garantizarse a la empresa patrocinadora el mejoramiento de indicadores del orden empresarial más allá de los sociales, relacionados con los ingresos, la imagen corporativa, el clima organizacional o de las relaciones públicas, entre algunos otros.  

Programas sociales sustentados en acciones empresariales como: Promociones tipo la tapa paga, compra y descubre; desarrollo de estrategias de outsourcing relacionadas con la producción la comercialización o la realización de tareas de apoyo administrativo, o, la ejecución de campañas de mercadeo social de manera conjunta, pueden ser algunas de las formas de promover una alianza duradera y del interés de ambas organizaciones. 

Puede ser el ejemplo de Makaia, una organización sin fines de lucro que pretende en su objeto básico, construir alianzas y relaciones orientadas al desarrollo social y económico, potencializando las capacidades de terceros, para generar impacto social en su área de gestión relacionada con la transformación digital.   

Las formas de gestión social más que cambiado, han evolucionado. Ahora son estratégicas y menos asistencialistas o de caridad. Quien invierte en una organización, programa o producto social, espera una retribución representada en la creación del valor social y económico tanto para ella como para la organización social,  pues en dicha creación de valor, se encuentra la generación de impacto social sostenible requerido. De allí la importancia de tener ideas sociales que puedan transformarse en emprendimientos, programas, proyectos o productos innovadores ajustados a las nuevas realidades y en ello, el gestor social tiene un rol protagónico que cumplir. 




sábado, 20 de junio de 2020

Oportunidades de Negocio para Emprendimientos Sociales en Época de Pandemia-I

Crear ideas que de manera creativa y diferenciada se conviertan en emprendimientos generadores de impacto social sostenible-GISS-  no es tarea fácil para el gestor social. Por eso, buscar oportunidades sociales que tengan el debido sustento y evidencia de su existencia debe ser una obsesión de su parte, de modo que pueda garantizarse el montaje de organizaciones o empresas sociales económicamente viables, socialmente responsables, ambientalmente sostenibles, operando bajo modelos de negocio e intervención social innovadores que puedan replicarse a nivel internacional, bases de evaluación de cualquier iniciativa que quiera iniciar operaciones por estos días. 

Considerando la época de confinamiento que vivimos debido al Covid19, y su impacto particular en la vida del ser humano, comparto en éste par de entregas algunas notas para motivar a quienes buscan oportunidades para emprender iniciativas que propendan por el mejoramiento del bienestar y la calidad de vida de las personas, a través de organizaciones, empresas o proyectos de emprendimiento social. Espero sean de utilidad para muchos. 

1.  Baja autoestima y confianza de las personas

La situación de encierro vivida por la pandemia ha llevado a muchas personas a perder la confianza y la capacidad de quererse y respetarse a sí mismos. La incertidumbre de lo que pueda pasar con el Covid19, la amenaza de muerte o de simplemente perder el trabajo, a confluido en el surgimiento de depresión excesiva, y de altos niveles de ansiedad y estrés. Esto, desde el punto de vista del emprendimiento social, ofrece una oportunidad para buscar ideas que los mitiguen, mediante el diseño de nuevas formas de atención psicológica, utilizando el apoyo de los medios digitales. Un ejemplo de ello podría ser el caso de atender compatriotas que sufren de la disfunción que viven en países extranjeros, y que buscan compañía de personas que hablen su propio idioma o conozcan sus costumbres, para entablar una conversación o relación.  

2.  Alta violencia intrafamiliar y abuso sexual

Producto del hacinamiento, aquellas familias que ya venían con síntomas disfuncionales, son más proclives a cometer delitos relacionados con la violencia intrafamiliar o el abuso sexual. La presión ejercida por el encierro, la incertidumbre de lo que pueda pasar en términos de salud y relacionamiento, incitan a la persona a optar por esa clase de comportamientos, ofreciendo una oportunidad social para su atender, a través de programas de acompañamiento familiar sustentados en el diseño y desarrollo de juegos serios, de realidad virtual o alterna en donde los pacientes puedan mejorar sus conductas, viviendo una experiencia entorno al problema identificado. 

3.  Ocio

Ocupar la mente con algo de entretenimiento ofrece una oportunidad sin precedentes ante la cantidad de tiempo libre que hay debido al confinamiento. Buscando promover la salud mental y física, la creación de productos creativos, culturales y artísticos tienen el chance de convertirse en los mejores amigos de la gente, creando obras que combinan lo aspectos psicológicos y mentales con el entretenimiento, para crear ambientes sanos.  

4. Adultos mayores

Es la población más vulnerable con el tema del Covid19 y la más perjudicada. Al ser la más vulnerable para el virus, ha vivido el confinamiento como nadie, y seguro están a borde del desespero. Gerontólogos, es su momento de buscar alianzas con otras áreas del saber que les permita diseñar productos, servicios, presenciales y on line, orientados a fortalecer la salud mental y física de esta población con toda posibilidad de ser exitoso.

5.  Nomofobia y la adicción al computador

Miedo a quedarse sin el celular, o de no acceder a datos para navegar en internet, pueden ser por estos días, de sufrimiento común. Alto nivel de estrés, ansiedad, ensimismamiento son algunas de las causas, por lo que hacer algo por estos días, ofrece una posibilidad interesante de oportunidad social para aprovechar. Espacios aunque virtuales dadas las pocas opciones de relacionamiento que promueven actividades OFF LINE como la lectura, juegos de mesa, ejercicio físico, trabajo en equipo, pueden ser una idea para desarrollar un programa que permita el alejamiento de los medios digitales, fortaleciendo además, la autoestima, disminuyendo el estrés y la ansiedad de quienes sufren este mal.


Es importante resaltar para terminar, que las dificultades y las crisis ofrecen oportunidades que muy pocos saben aprovechar. Prestar atención a los cambios que el entorno promueve, considerar la información suministrada por fuentes que sean de fácil verificación y acceso, permiten al gestor social el diseño de productos y servicios sociales facilitadores de cambios sociales radicales, premisa fundamental para el éxito de un emprendimiento social hoy en día, como lo promueven entidades como Ashoka, la fundación Schwab, referentes en el tema a nivel mundial .

En la próxima entrega, presentaré otras temas de interés que muestran como el efecto producido por la pandemia del coronavirus, genera oportunidades sociales que van más allá de la producción de tapabocas, caretas, y guantes, que de ser aprovechadas, pueden marcar la diferencia de sostenibilidad entre una organización o empresa social, con otra.  


Nos vemos en la próxima.


lunes, 8 de junio de 2020

Empresas Sociales Efectivas- Nuevos rumbos para la organización social



Considerando que el objeto fundamental de toda organización social está en generar impacto social sostenible- GISS-[1], propongo a gestores sociales y directivos considerar una visión que hasta ahora poco se ha tenido en cuenta en organizaciones del tercer sector, y es la de gerenciar bajo la búsqueda permanente de la efectividad, situación que se presenta cuando hay equilibrio entre la eficiencia y la eficacia, para alcanzar la sostenibilidad de la organización o empresa social en el tiempo.


Efectividad = Eficacia * Eficiencia

Podría ser la fórmula para el comentario anterior, entendiéndola no desde la mirada matemática de la multiplicación o el producto, sino desde el punto de vista de que, de no haber logros de avance positivo en ambos conceptos, los resultados de la efectividad serán nulos o negativa.

Se entiende por Eficacia, el resultado de hacer lo que hay que hacer, bien.  Ser eficaz significa ejecutar las acciones necesarias para cumplir con los objetivos organizacionales, y generar el impacto social deseado. Se relaciona ella con las labores de identificar la oportunidad social (problema), determinar el perfil del beneficiario, y la consecuente definición del concepto o sentido social de la organización.  

El gestor social eficaz, debe tener un amplio conocimiento del área de atención social de su interés, apalancarse en mercadeo para el diseño de productos sociales, el desarrollo de modelos de intervención basados en innovación y diferenciación social, y la ejecución de campañas sociales que repercutan en la mejora del comportamiento de variables relacionadas con la eficacia, tales como:

·        Mejoramiento de la situación social del área de intervención de la organización
·        El número de beneficiarios atendidos (mayor o menor valor dependiendo de la situación) frente al total de beneficiarios potenciales
·        Aumento del índice de satisfacción de uso del modelo de intervención o de los productos sociales
·        Crecimiento en el nivel de ingresos o de donaciones a la organización, e,
·        Incremento en el número de donantes o voluntarios, entre otras más.

Por su parte la eficiencia puede deducirse como el uso adecuado y responsable de los recursos que se utilizan para cumplir con el sentido  social y los objetivos organizacionales. Estos pueden ser humanos, técnicos, tecnológicos, de conocimiento o financieros, y es la responsable (no única) de conseguir la sostenibilidad del proyecto, organización o empresa social.

Un gestor social eficiente, debe tener conocimiento sobre temas inherentes a la gerencia y la administración de empresas, en sus aspectos funcionales básicos como el mercadeo, la administración, las operaciones (proyectos) y las finanzas, aplicados a su área del saber social, pues es desde allí, que se logra la adecuada gestión de los recursos, con fines de alcanzar la sostenibilidad.

Algunos indicadores para evaluar la Eficiencia pueden ser: Comportamiento de los costos y gastos de operación; mejora en los tiempos de intervención o ejecución del proyecto; mejora en los resultados respecto a las inversiones en activos relacionadas con el modelo de intervención social.

 Para alcanzar el equilibrio entre la eficacia y eficiencia, efectividad, el gestor social debe evitar las siguientes acciones, para obtener una gestión efectiva:
1.     Concentrar sus esfuerzos en demasía hacia la búsqueda de la generación de impacto social (eficacia), pues puede perder control sobre el uso de los recursos y poner en peligro, la eficiencia de la organización. Por ejemplo, buscar aumento del número de beneficiarios sin las condiciones necesarias para lograrlo. Sobredimensionar los objetivos de impacto con el fin de ganar seguidores o patrocinios.  
2.     Controlar de manera excesiva el uso de los recursos, sobre utilizarlos o sub utilizarlos (eficiencia), pueden dejar en alto riesgo el logro del impacto deseado(eficacia). Contratar personal poco experimentado para ahorrar costos, poner a disposición recursos tecnológicos o técnicos que no pueden ser utilizados por el grupo de beneficiarios por desconocimiento o incapacidad técnica; ejecutar modelos de intervención propios en proyectos de alcance menor, podrían ser algunos ejemplos para el caso.
   

Nuevos tiempos viven las organizaciones del tercer sector en cuanto a su manejo y gestión. Enfrentar condiciones de competencia soportadas en el campo estratégico, exige al gestor para alcanzar sus objetivos y cumplir con el sentido social definido, contar con una visión más amplia de la mirada social tradicional que se concentra en generar impactos sociales, los cuales son útiles si promueven cambios radicales, incluyendo en ella, la preocupación por la sostenibilidad (social, ambiental, económica), la cual solo se presenta si la organización o empresa social, es efectiva.  




[1] Andrés Urrego (18 febrero 2019). Empresas sociales sostenibles-El Impacto. Recuperado de https://losentrepreiners.blogspot.com