lunes, 8 de junio de 2020

Empresas Sociales Efectivas- Nuevos rumbos para la organización social



Considerando que el objeto fundamental de toda organización social está en generar impacto social sostenible- GISS-[1], propongo a gestores sociales y directivos considerar una visión que hasta ahora poco se ha tenido en cuenta en organizaciones del tercer sector, y es la de gerenciar bajo la búsqueda permanente de la efectividad, situación que se presenta cuando hay equilibrio entre la eficiencia y la eficacia, para alcanzar la sostenibilidad de la organización o empresa social en el tiempo.


Efectividad = Eficacia * Eficiencia

Podría ser la fórmula para el comentario anterior, entendiéndola no desde la mirada matemática de la multiplicación o el producto, sino desde el punto de vista de que, de no haber logros de avance positivo en ambos conceptos, los resultados de la efectividad serán nulos o negativa.

Se entiende por Eficacia, el resultado de hacer lo que hay que hacer, bien.  Ser eficaz significa ejecutar las acciones necesarias para cumplir con los objetivos organizacionales, y generar el impacto social deseado. Se relaciona ella con las labores de identificar la oportunidad social (problema), determinar el perfil del beneficiario, y la consecuente definición del concepto o sentido social de la organización.  

El gestor social eficaz, debe tener un amplio conocimiento del área de atención social de su interés, apalancarse en mercadeo para el diseño de productos sociales, el desarrollo de modelos de intervención basados en innovación y diferenciación social, y la ejecución de campañas sociales que repercutan en la mejora del comportamiento de variables relacionadas con la eficacia, tales como:

·        Mejoramiento de la situación social del área de intervención de la organización
·        El número de beneficiarios atendidos (mayor o menor valor dependiendo de la situación) frente al total de beneficiarios potenciales
·        Aumento del índice de satisfacción de uso del modelo de intervención o de los productos sociales
·        Crecimiento en el nivel de ingresos o de donaciones a la organización, e,
·        Incremento en el número de donantes o voluntarios, entre otras más.

Por su parte la eficiencia puede deducirse como el uso adecuado y responsable de los recursos que se utilizan para cumplir con el sentido  social y los objetivos organizacionales. Estos pueden ser humanos, técnicos, tecnológicos, de conocimiento o financieros, y es la responsable (no única) de conseguir la sostenibilidad del proyecto, organización o empresa social.

Un gestor social eficiente, debe tener conocimiento sobre temas inherentes a la gerencia y la administración de empresas, en sus aspectos funcionales básicos como el mercadeo, la administración, las operaciones (proyectos) y las finanzas, aplicados a su área del saber social, pues es desde allí, que se logra la adecuada gestión de los recursos, con fines de alcanzar la sostenibilidad.

Algunos indicadores para evaluar la Eficiencia pueden ser: Comportamiento de los costos y gastos de operación; mejora en los tiempos de intervención o ejecución del proyecto; mejora en los resultados respecto a las inversiones en activos relacionadas con el modelo de intervención social.

 Para alcanzar el equilibrio entre la eficacia y eficiencia, efectividad, el gestor social debe evitar las siguientes acciones, para obtener una gestión efectiva:
1.     Concentrar sus esfuerzos en demasía hacia la búsqueda de la generación de impacto social (eficacia), pues puede perder control sobre el uso de los recursos y poner en peligro, la eficiencia de la organización. Por ejemplo, buscar aumento del número de beneficiarios sin las condiciones necesarias para lograrlo. Sobredimensionar los objetivos de impacto con el fin de ganar seguidores o patrocinios.  
2.     Controlar de manera excesiva el uso de los recursos, sobre utilizarlos o sub utilizarlos (eficiencia), pueden dejar en alto riesgo el logro del impacto deseado(eficacia). Contratar personal poco experimentado para ahorrar costos, poner a disposición recursos tecnológicos o técnicos que no pueden ser utilizados por el grupo de beneficiarios por desconocimiento o incapacidad técnica; ejecutar modelos de intervención propios en proyectos de alcance menor, podrían ser algunos ejemplos para el caso.
   

Nuevos tiempos viven las organizaciones del tercer sector en cuanto a su manejo y gestión. Enfrentar condiciones de competencia soportadas en el campo estratégico, exige al gestor para alcanzar sus objetivos y cumplir con el sentido social definido, contar con una visión más amplia de la mirada social tradicional que se concentra en generar impactos sociales, los cuales son útiles si promueven cambios radicales, incluyendo en ella, la preocupación por la sostenibilidad (social, ambiental, económica), la cual solo se presenta si la organización o empresa social, es efectiva.  




[1] Andrés Urrego (18 febrero 2019). Empresas sociales sostenibles-El Impacto. Recuperado de https://losentrepreiners.blogspot.com

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