martes, 25 de julio de 2023

AMISTAD Y NEGOCIOS

 

“Tenemos que unirnos y trabajar juntos”, propuso. “Tengo una idea de proyecto en donde podemos sacar provecho ambos”, añadió, agarrándome fuera de base como diría Lisandro Mosquera, compañero de la vida, gomoso del beisbol y 2ª. Base de su equipo de rodillones.

 

Me encontraba con mi amigo John, el contador del otro día, conversando sobre temas de finanzas corporativas y estrategia contable, alrededor del aroma y sabor de una taza de café especial con notas de manzanilla, miel y manzana verde, cuando la conversación dio un giro, y la propuesta salió a colación. 

Yo lo mire con agradecimiento pues la situación empresarial no ha sido fácil ante la incertidumbre social y económica que vive el país(Colombia), reconociendo que por mi mente alcanzó a pasar el comentarios popular en cuanto a mezclar amistad con negocios.  

“La unión hace la fuerza”, remató, reforzando la idea.  

“Así es, hermano”, le respondí con orgullo, recordando lo crítico que he sido de las posturas competitivas individualistas de la mentalidad empresarial, una en donde la mayoría, prefiere ser el dueño del 100% de nada, que del 1% de algo, cuando de temas de negocios se trata.

O sino, ¿Cuántos emprendedores pudieron ser exitosos, o empresarios evitar la quiebra, si no hubieran encofrado sus ideas en la cabeza queriendo ser los dueños absoluto de un todo que no existía, o queriendo llevar la mejor parte del pastel sin medir los esfuerzos y aportes de los demás, con la creencia de que con la idea bastaba para tener el control absoluto?

Reflexioné sobre el asunto y le dije, “¿qué hay que hacer?

El respondió, “unir esfuerzos, competencias, habilidades, diseñar un producto y ofrecerlo a nuestros clientes, y a los que caigan dentro del perfil definido.”

Hablé en tono suave. “Vamos de coopetencia”, le dije, recordando el concepto presentado por Brandenburguer y Nalebuff en 1996, que invitaba a un nuevo estilo de mentalidad en los negocios, que combina criterios de competencia, con cooperación.  

“Y de solidaridad”, argumentó  ” pues, aunque hacemos cosas parecidas en los negocios, no somos enemigos, como para que no podamos trabajar juntos”.

Valoré su comentario y con el ánimo de no quedar atrás, agregué: “Y de amistad.”

John asintió lanzando una larga y estruendosa risa para validar mi comentario, algo de lo que habíamos conversado días atrás, resaltando la importancia de la amistad en los negocios, sin oponernos a ella, siempre y cuando se enmarque en valores de transparencia, honestidad, solidaridad, lealtad y respeto, tal y como debe ser cualquier relación.  

Nos pusimos manos a la obra.

Hoy ofrecemos un servicio para las PYME que combina el modelo de gestión estratégica y financiera express- GEFE- de mi autoría, con la capacidad extraordinaria de John en la gestión estratégica contable y tributaria, con fines de promover la formalización empresarial, la generación de valor patrimonial en los negocios, y el fortalecimiento del tejido empresarial de la ciudad.

Lo hacemos con éxito.

Y hemos vinculado al proceso a amigos, expertos en otras áreas funcionales de la empresa, para mejorar los impactos prometidos. Pero lo más importante, estamos construyendo capital intelectual, social y empresarial, a partir de los valores de la amistad y la disposición de servir a los demás, que nos unen.

 

Gracias por tu lectura. Nos leemos en el próximo ensayo.

No olvides dejar tu comentarios, los apreciaría mucho.

 


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jueves, 6 de julio de 2023

¿Abrocharse el cinturón en época de crisis? Antes de hacerlo, piénselo...

 

Sentado con el gerente de una empresa que asesoro, hablando sobre la incertidumbre que presenta la economía por estos días, me decía que necesitaba con urgencia de mi apoyo para que hiciera un programa de reducción de costos y gastos sin precedentes. “El palo no está para cucharas y debo de ahorrar al máximo para enfrentar la crisis”, me dijo.

Yo lo miré asintiendo sobre la importancia del asunto, pero le dije algo que lo dejó con la boca como para que le dieran una cucharada de sopa. “En épocas de vacas flacas más que apretarse el cinturón, es importante hacer un uso efectivo de los recursos, para saber en dónde deben de reinvertirse y lograr resiliencia y crecimiento rápido” 

“¿Crecimiento? ¿En época de crisis?”, refutó él.

“Si, en época de crisis. Reinvertir el dinero en áreas que ofrezcan o potencialicen el crecimiento de la empresa para ampliar la brecha con la competencia o para ganar confianza con el consumidor son algunas acciones, invirtiendo, por ejemplo, en mercadeo”

“¿Mercadeo? No hay plata para la nómina ahora para mercadeo”, dijo. “¿Qué Pyme lo hace?”

“Muchas para tu sorpresa, pero la idea es aprovechar la crisis para desarrollar la mentalidad de inversionista cuando los demás están buscando con desespero reducir costos para mantenerse en el mercado, algo que incluso, puede llevarlos al cierre de sus empresas”, agregué.

 

Y la propuesta no era disparatada.

Estaba orientada hacia  la reasignación eficiente de recursos para impulsar campañas de mercadeo dirigidas a la búsqueda de crecimientos marginales en venta, para distanciarse de la competencia de manera contundente. Algo de poca usanza, pero nada extraño entre quienes enfrentan al toro por los cuernos, como se deduce del artículo Recesión y tiempos de crisis: ¿Recortar gastos, o invertir más en marketing y publicidad?, de Puro Marketing.

Pero el problema es la mentalidad de quienes dirigen las empresas.

La mayoría lo hace con temor, esperando el milagro divino, con el ojo puesto en la competencia sin saber que hacer, considerando que, con recortar costos y gastos, el barco no se hundirá.

Seguro ayudará, pero sin inversión no hay crecimiento. Solo quienes se han atrevido a desafiar las crisis han encontrado una oportunidad de oro para ser sostenibles, crecer, y generar valor para sus propietarios.

Allí está la diferencia entre la mentalidad de crecimiento de los exitosos, versus la del miedo escondido en prudencia, que no da espacio para el crecimiento y el desarrollo empresarial.

En tiempos de crisis, el marketing es más importante que nunca.

También el fortalecimiento de la mentalidad emprendedora, resiliente, de quienes toman decisiones comerciales. Con ella se empoderarán para identificar las mejores opciones estratégicas para negocio y recuperarse con fuerza. Aquí algunas ideas para lograrlo:

 

Invierta en mercadeo, si aún no lo hace

Actúe con rapidez y conozca de primera mano lo que su seguidor o fan (consumidor) quiere. Los sentimientos de compra del seguidor cambian con rapidez, en épocas de crisis y ellos esperan una pronta solución para satisfacer sus necesidades.  Recuerden el enfoque de públicos dinámicos propuesto en artículos anteriores. No se deje atrapar de la noche rumiando ideas que necesitan ejecutarse con celeridad. Es mejor corregir sobre la marcha. Diseñe o mejore sus canales de comunicación para identificar y comprender lo que ellos quieren.

Promueva estrategias de marketing de embudo.  Te ayudarán a fortalecer la demanda existente y a crear una nueva fortaleciendo la marca y los aspectos comerciales del negocio. Construye tu embudo, y combina acciones de mercadeo tradicional con el de rendimiento para optimizar la inversión, buscando capitalizar acciones de compra inmediata, construyendo a la vez, relaciones de largo aliento. Conoce más sobre esta estrategia de mercadeo muy utilizada, por estos días.

Mentalidad de inversionista del equipo estratégico de mercadeo. No para recortar gasto sin sentido sino, para optimizar la aplicación del recurso en la potencialización de acciones que faciliten el desarrollo de productos/servicios, de nuevos mercados o la ampliación de los existentes; que permitan comunicarse mejor o la construcción de comunidades de fans con la marca. Debe fortalecerse, además, el diseño de modelos e indicadores de medición para medir la efectividad (eficiencia + eficacia) de las acciones y el uso del dinero.

Acción. No hay mucho tiempo para actuar. La supervivencia de la empresa esta en juego y no hay mucho tiempo para actuar. Identifique necesidades, Fíjese metas financieras y comerciales realizables, proponga un plan de acción y comprometa al equipo a la acción.

 

Muchos de ustedes se escudarán en el tamaño del negocio, para no asumir el reto. De no contar con el recurso humano para hacerlo, recurra a un experto, a una entidad de fomento empresarial del orden público o social,  o  una universidad para que quienes conocen sobre el tema, le den una mano. Los tiempos difíciles ofrecen oportunidades para sacudir a la competencia y ganar terreno frente a los seguidores. No es tiempo de apretarse el cinturón, es el de impulsar el crecimiento y la resiliencia para vencer la incertidumbre.

 

 Gracias por tu lectura. Nos leemos en el próximo ensayo.

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