miércoles, 14 de junio de 2023

Emprendedor, personaje del siglo XXI

Mucho se habla de la mentalidad emprendedora. De lo importante que es desarrollarla, y de cómo ser emprendedor(a) puede salvarte hasta la vida, en especial por estos días, cuando estamos a punto de cumplir el primer cuarto del siglo XXI: el de la 4ª. Revolución, la revolución digital; el de la era del emprendimiento y la innovación, según los expertos.

La mentalidad emprendedora no es exclusiva de quienes quieren tener su propio negocio. Es una actitud frente a la vida de quienes no esperamos a que las cosas sucedan, sino, que, por el contrario, las hacemos suceder saliendo como caballos desbocados, huyendo despavoridos de las redes de la procrastinación, palabra que por cierto estremece con solo oírla, en especial si se es del género masculino, llevando en la mayoría de las casos al error, al camino equivocado, creando caos entre quienes nos rodean y aman, al vernos girar sin dirección en nuestras vidas.


La búsqueda de la independencia social y económica como eje motivador del emprendedor, es personal y propia. Se lleva en el corazón, en lo profundo del alma, y no es asunto para cualquiera.

Hay que tener piel de aguante para ser uno en una sociedad que castiga a quien decide poner cote a su destino, y es visto como si fuera lo peor, una paria social e irresponsable por hacerlo, recibiendo críticas por haber tomado la decisión de “jugar” con su futuro y el de quienes lo rodean.

No lo digo yo.

Lo respalda los informes del Global Entrepreneurship Monitor -GEM- al mencionar razones por las que en latinoamericana el emprendimiento empresarial  no es la primera opción, a pesar de los esfuerzos hechos por gobiernos y universidades por sacar a la calle emprendedores como arroz, y convertirlos en instrumentos de desarrollo social y económico, tal y como ocurre en los países del norte, en donde la situación es diametralmente opuesta.

Soy de la creencia de que todos somos emprendedores por naturaleza. Pero el entorno se encarga de apagar o avivar la llama que necesitamos para continuar. La presión social por el sueldo y el empleo estable, castigar el fracaso, el afán por el resultado y demeritar a quien inicia su propio proyecto empresarial "por "loco", ataja a más de uno en el impulso emprendedor, como lo muestra la fuente de información referenciada, en investigaciones y datos emitidos por años en sus plataformas.[1]

Ser emprendedor no es cosa de la noche a la mañana. 

Es el resultado de años de trabajo, del perfeccionamiento y desarrollo de una serie de habilidades y actitudes que hacen que con el tiempo se sea mejor, cumpliendo con un  proyecto de vida claro y definido, para el caso de este escrito, dedicado al emprendimiento empresarial, para alcanzar la independencia social y económica mencionada.

En eso hago valer mi tendencia agorista de nivel moderado en el tema.

En  optar por la opción del empresarismo, del montaje de empresas o la independencia profesional para lograrlo, entendiendo que no todos los seres humanos tienen las condiciones para ello, pues exige una forma diferente de ver y asumir la vida.

Según el GEM, se estima que en el mundo hay cerca de 580 millones de emprendedores. 

Casi el 7% de la población mundial, o sea muy pocos,  lo que nos hace pertenecer a un grupo minoritario, si no bien selecto, de personas con un interés profundo, visceral, por ser libres, independientes social y económicamente. Personas que tenemos el deseo de construir un mundo mejor, más allá del interés primario por el dinero, solucionando problemas, satisfaciendo necesidades o aprovechando oportunidades de negocio, como otros no lo han hacen. 

Lo hacemos porque tenemos en un nivel superior una serie de habilidades y actitudes que nos hace más emprendedores que el común. Ojo, más emprendedores, no superiores. Actitudes que marcan la diferencia entre un emprendedor empresarial y quien no lo es, y que tienen que ver con el ser, con la forma  de abordar la vida y su cotidianidad y que propongo para desarrollar la mentalidad emprendedora y enfrentar las exigencias del siglo XXI, de mejor manera. :


Pasión

Es una emoción que lo hace ir a uno hasta el final sin recriminar ni renegar, de los obstáculos que se presentan. La pasión fortalece la capacidad de orientación al logro que todo emprendedor debe tener. Se desarrolla en la medida en que uno se conozca mejor, y se tenga un proyecto de vida claro. 

Curiosidad

Es una habilidad del ser que lo lleva a uno a buscar el origen, la razón y las consecuencias de las cosas. Es la base para desarrollar el pensamiento crítico y analítico,  y mejorar el proceso de toma de decisiones. Analizar situaciones utilizando el árbol de problemas, por ejemplo, ayuda al mejoramiento de la actitud.

Imaginación

Es una habilidad de la mente por crear cosas. Promueve la amplitud perceptual, y apoya al pensamiento creativo para crear soluciones únicas e innovadoras. Inventar historias, realizar ejercicios de creación artística, lluvias de ideas para plantear soluciones, ayuda para ser más imaginativo. 

Cooperación

Es la forma de actuar de manera conjunta, voluntaria, con otras personas para cumplir un objetivo. Fundamenta la capacidad de trabajo en equipo, una competencia vital del siglo XXI. La realización de actividades y juegos grupales, la creación de comunidades sostenibles con los mismos intereses, son algunas acciones que seguir para promoverla de manera efectiva.

Proactividad

Es la capacidad de tener iniciativa y arrancar cosas sin esperar a que otros lo hagan, Es la esencia del emprendimiento, y desarrolla la orientación a la acción en el emprendedor.  Planear, ponerse retos, metas, evitar procrastinar e iniciar proyectos, son algunas actividades a realizar para promover la competencia.

Pasión, curiosidad, imaginación, cooperación y proactividad, cinco actitudes del siglo XXI que llevarán a cualquier emprendedor, a un nivel superior. Buscar su mejoramiento y desarrollo será una tarea a seguir por quienes quieran sobrevivir en el duro mundo del emprendimiento empresarial, uno que no escatima en costos para aplacar a quien no se encuentra preparado para enfrentarlo y sobresalir en él.

 

Gracias por tu lectura. Nos leemos en el próximo ensayo.

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[1] Global Entrepreneurship Monitor. Resultados del proyecto de  investigación. GEM. En https://gemcolombia.org/publicaciones/ 

2 comentarios:

  1. Gracias por el comentario. Comparte el artículo entre conocidos y promover la reflexión.

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