jueves, 29 de junio de 2023

EN ÉPOCAS DE VACAS FLACAS...

“Hmm… esto esta difícil…” “Las ventas están paradas…”  “La plata amarrada…” “La gente no compra…” “Recesión económica…” “El presidente…”  “Mi señora…”

Son algunas de las respuestas que se escuchan de empresarios que justifican por estos días, la difícil situación financiera que viven, a la espera de una crisis económica sino social, que logra cuajarse y que tiene a todo el mundo al vilo de la incertidumbre y el pánico.

Nada nuevo para América Latina.

Región de incertidumbre, caos, desorden económico, político y social, que debería tener a los empresarios curtidos, llenos de capacidades y experiencia para combatir las lides de la zozobra y la preocupación, ejecutando estrategias para sortear y capotear la crisis actuando, y quejándose menos.  

Pero se han quedado esperando las lenguas de fuego del espíritu santo de los negocios, buscando la respuesta ideal, única; la acción precisa que les diga cómo enfrentar las épocas, perdiendo de foco que se encaran con acción y apoyo técnico  para disminuir el riesgo del fracaso, apelando a la actitud proactiva para superarlas, al ser emprendedor para capitalizarlas, y ganar terreno frente a los que se quedan durmiendo en las redes de la disculpa, el temor, y el pánico colectivo, para no avanzar.

Por eso increpo a los empresarios Mipyme que me leen para que dejen el temor de hacer y ejecutar. A no caer en el facilismo de la disculpa pública, generalizada que se convierte en una telaraña que ahoga, en un nudo envolvente que no deja pensar, convirtiéndolos en una fila errante de autómatas que va hacia el fracaso porque ninguno, o muy pocos, se atreven a salirse de ella, y tomar las rienda de su propio destino.

 

He escuchado y soy testigo de que las épocas de vacas flacas ofrecen oportunidades para emprender, crecer o desarrollarse como empresarios exitosos.  

Qué lo diga Arturo Calle en Colombia... Uber… Burger King…  ¡MICROSOFT! ¡STARBUCKS!... empresas que iniciaron sus operaciones durante períodos de recesión económica y hoy son ejemplo de éxito y emprendimiento[1].

Yo mismo soy un caso de lo que menciono, así no aparezca registro en ningún lado. Vivo del acompañamiento técnico profesional (consultor, tutor, asesor, etc.) desde el año 2.000, después de sufrir en carne propia la crisis económica de finales del siglo pasado, cuando al verme sin futuro asegurado, decidí colocar mi conocimiento al servicio de los demás, ganándome un buen puesto como experto en desarrollo de negocios con universidades, entidades públicas, privadas, nacionales e internacionales dedicadas al fomento del empresarismo y el mundo de los negocios.    

¿Qué pasó?

No me quedé llorando, ni quejándome a la espera de la idea perfecta, la situación ideal, las cuales no existen, puesto que  las ideas y las situaciones generan oportunidades, potenciales que deben ser aprovechados por los empresarios para buscar la sostenibilidad y la generación de riqueza.  

Me encontraba con John, un amigo contador, que me decía sentados entre bebidas aromáticas y café, “La situación está dura”.

 Yo le respondí, “Si, mucho. Y, ¿Qué vamos a hacer para enfrentarla?”

El subió las cejas, me miró con ojos de confusión, y me dijo: “Esperar a ver”.

“¿Esperar a qué?”, le refuté. “¿A quedarnos sin trabajo?”, agregué, haciéndolo estremecer en la silla.

Me miró esperando una respuesta.

La ideal, la suprema, estimo yo, una que le diera la fórmula mágica para salir de la pesada situación.  Entonces, en esa manía de catedrático y de estar cosntruyendo modelos para todo, agarré una servilleta de la mesa, saqué un lapicero y comencé a hacer rayas, flechas y gráficos sobre ella diciéndole:

“No queda sino movernos, hermano… Rediseñar el negocio”.

Me miró de nuevo, y escuchó como un alumno aplicado lo que tenía para decir, y retomar el control y rumbo de nuestras empresas, dedicadas al servicio empresarial.

“No es una fórmula”, le dije. “Creo que es lo fundamental. Es como regresar a las bases, a lo básico”, anoté con entusiasmo, esbozando el esquema, tratando de definir los criterios bajos los cuales lo estaba construyendo.

 

Enfoque de fan o seguidor

Lo propuse en el artículo, Públicos Dinámicos: Clientes no, club de seguidores . Cambie la forma de relacionarse con ellos. Construya relaciones basadas en la lealtad, fidelidad, el amor y la pasión. Hablé con ellos. Sepa que quieren, por qué, cuando, dónde.  Realice actividades comerciales y de acercamiento que lo lleven a comprenderlo mejor. Encuentros tipo convención o de entretenimiento, grupos focales; eventos comerciales de acceso a precios especiales, co-creación o hablar con expertos, pueden ser algunas  dirigidas a construir una comunidad en torno a la empresa.

Rediseñar modelo de negocios

La forma de operar una empresa para que sea sostenible y generadora de riqueza debe de evaluarse de manera permanente en especial, en tiempos de angustia. Definir el qué hacer, para quien y cómo hacerlo, ofrecerá una mejor perspectiva del negocio, en especial, después de validar en el mercado, sus intereses y expectativas. La herramienta del Star Model de Urrego para el diseño de modelos de negocio o cualquiera de las que haya en el mercado, orientará su realización.

Enfoque de alta diferenciación

No copie ni haga lo que otros hacen incluso, sea exitoso. Funciona para ellos, no necesariamente para usted. Las crisis se enfrentan creando ofertas diferentes que se acomoden de la mejor manera a lo que los clientes requieren. Sorpréndalos con productos, servicios, formas de relacionamiento salidas de lo normal. Considere a su cliente como un seguidor o fan que va con usted hasta el final. Es la base de la innovación.

Mejore sus habilidades de observación, cuestionamiento, imaginación, cooperación y proactividad para crear soluciones únicas para sus seguidores. No se preocupe por el que dirán. Concéntrese en la respuesta de ellos. Son los que dan la guía si lo propuesto va por buen camino

 

John miraba la servilleta pensativo.

“Urrego”, me dijo. “Diseñemos un producto contable financiero a la medida para los empresarios MiPyme, para que sepan donde se encuentran ante la situación”.

Le dije “Cuente con eso” y nos despedimos sin novedad, por aquel día.

En la noche mi mente curiosa trabajó sin descanso.

Fue el chispazo creativo para crear el Modelo de gestión estratégica y financiera express -GEFE- de exitosa aplicación entre la naciente comunidad de empresarios que comenzamos a construir, alrededor de ella.

Así decidimos enfrentar el amago de crisis eterna en la que se construye vida y empresa en nuestro entorno latinoamericano. Llenos de temor seguro, pero sin esperar que del cielo, nos caiga el martillo para clavar los clavos.  

 

 

Gracias por tu lectura. Nos leemos en el próximo ensayo.

No olvides dejar tu comentarios, los apreciaría mucho.

 

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[1] https://www.businessinsider.es/13-empresas-nacieron-crisis-economicas-han-triunfado-625667

miércoles, 21 de junio de 2023

WANTREPRENEUR..o QUERER SER EMPRENDEDOR...

“Nada, profe”, me respondió quien otrora, fuera uno de mis mejores alumnos de emprendimiento, un día que nos encontramos en el centro comercial. “Sigo madurando la idea”, remató incómodo, ante la pregunta.

Yo arqueé las cejas, hice un leve movimiento con la cabeza como si fuera asentir con asombro, y le dije: “¿Madurando? Y, ¿cómo sabes cuando la hará?”

Goez me miró con cara de no tener respuesta.  Distrajo la mirada por un par de segundos, y tras un tenso silencio, se despidió tímido dejando un halo de frustración en el ambiente, seguro maldiciendo el momento en que nos volvimos a encontrar.

Lo observé alejarse y entre dientes musité “es un Wantrepreneur”.  

“¿Wantrepreneur?”, Se preguntará usted apreciado lector, extrañado con la palabra.

Wantrepreneur”, repito yo, explicando que se trata de un término en inglés que da cuenta de aquellas personas que sueñan, desean, y hasta se obsesionan, con ser emprendedores, tener su propio negocio, pero no concretan nada.

Latinoamérica está lleno de ellos.

De muchos que sueñan con tener su propia empresa, ser sus propios jefes, volverse ricos, y famosos, gerenciando sentados tras grandes escritorios con las piernas estiradas, fumando tabaco. 

Pero la idea no pasa de allí.

De la ilusión exitosa que tienen en la mente.

Asisten a reuniones, ruedas de negocio; participan en concursos de emprendimiento, ganando incluso algunos de ellos; llevan tarjetas de presentación personal para repartir en todos lados, cotorrean presumiendo acerca de lo buena que es la idea, de lo exitosa que puede ser, del modelo, de las proyecciones que tiene, utilizando a la perfección el argot del mundo de los negocios, pero al confrontarlos por su materialización, tienen una disculpa de “peso” para no haberla ejecutado.

Pareciera que describo a profesores de emprendimiento universitario, pero no es así. El Wantrepreneur está entre nosotros sin esconderse. El factor cultural ayuda para su promoción. No obtiene logros por aferrarse como garrapata a disculpas sostenidas en el miedo por el qué dirán, a la falta de recursos, o al “mañana empiezo”, para iniciar lo soñado.  

He sido uno de ellos.

Aún, siendo un emprendedor por naturaleza, de haber iniciado decenas de emprendimientos empresariales entre exitosos y fracasados, he caído en sus redes en algunos momentos de mi vida. He vivido y sentido en carne propia la impotencia de desarrollar una idea de negocio y no lograrlo, por llenarme de disculpas solo validas en mi mente, para después llorar, y carcomerme de la rabia por no haberla concretado, o viendo como otros la materializan y son exitosos con ella.

¿Y cómo se si soy uno de ellos?, se indagará amigo lector, inquieto con el tema.

Considere alguno de los siguientes aspectos para evaluar si hace parte del grupo. De serlo, trabaje para salirse del apelativo y consolidarse como un verdadero emprendedor:

 

Preocupación excesiva por las ideas: No existe la mejor idea, ni la más madura. Lo importante es tener claridad frente a la necesidad de mercado que se va a satisfacer, para generar una idea de negocio con alto sentido de diferenciación o innovación, para lanzarse al ruedo sin temor. Socialízala con expertos de confianza, valídala con el mercado para medir su potencial, dejando de lado el miedo a que la “roben”. Si ese es tu temor, lo más probable es que no tengas una tan buena como lo crees. Utiliza herramientas para evaluar su viabilidad, como el diamante de las ideas innovadoras de Jorge Mesa Cano[1],profesor de la Universidad EAFIT de Medellín, para medir y potencializar su desarrollo.

Queja por recursos insuficientes: Inicia con lo que tienes.  El capital, los recursos técnicos, tecnológicos o humanos nunca serán suficientes para poner en marcha el negocio ideal. Saca a flote tu capacidad discursiva y capitalízate a través de las preventas; utiliza la figura del outsourcing para finiquitar procesos productivos, si el problema es de capacidades, recursos técnicos o humanos. Cede poder  y participa del negocio a otros. Siempre será mejor ser el dueño del 1% de algo exitoso, que del 100% de nada.    

Procrastinación: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. No hay que esconder tras disculpas los temores, falencias y a falta de proactividad personal, para aplazar el montaje y puesta en marcha de una empresa o proyecto.  Las disculpas no validan nada, y solo crean vacíos de frustración al ver incumplidos los sueños y deseos de cada uno. Te invito a la lectura de mi artículo Procastinando… ando   en este mismo blog, y mira opciones para superarla[2].

Miedo al fracaso: Muy pocos emprendimientos salen exitosos a la primera. Lo normal es caer para levantarse una y otra vez, hasta que logres lo que te has propuesto. Ninguno de los llamados “grandes emprendedores” lo hizo a la primera. No te contagies de la incompetencia y el miedo colectivo por alcanzar logros mayores.

 Mi artículo El Fracaso Hace Parte de la Vida, te dará una idea de como asumiéndolo, te irá mejor[3].  

No proyecto de vida: Define tus objetivos y metas de vida. Es la base para actuar con pasión, y cumplir los propósitos definidos. Se es emprendedor por convicción. No por casualidad ni necesidad. Conocerse bien a sí mismo: capacidades, debilidades, fortalezas, sueños, deseos, ideales, te ayudará a clarificar tu futuro y encaminarte hacia él.  

 

Para terminar, hago invitación para fortalecer las actitudes del emprendedor propuestas en el escrito Emprendedor, personaje del siglo XXI. Con su desarrollo, superarás el trance de convertirte en un Wantrepreneur, si la situación es de paso, como me sucedió. De lo contrario, trabaja para fortalecer tus competencias intraemprendedoras, y perfílate para ser el empleado o el ejecutivo del mes poniendo tus capacidades al servicio de otros. No todos nacimos con la capacidad de ser emprendedores empresariales. El comentario no es despectivo, es reflexivo. Al fin y al cabo, una cosa es soñar y querer, otra, hacer realidad.

 

Gracias por tu lectura. Nos leemos en el próximo ensayo.

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[1] Jorge Mesa Cano. Generación y Captura de Ideas: Un Reto para la Innovación. Catedra de innovación empresarial.  https://www.eafit.edu.co/escuelas/administracion/emprendimiento-academico/bitacora-de-innovacion/casos-catedra-de-innovacion/Documents/Generacion-y-Captura-de-Ideas-Un-Reto-para-la-Innovacion.pdf

[2] Andrés Urrego. Procrastinando…Ando. https://losentrepreiners.blogspot.com/2022/12/procrastinando-ando.html

[3] Andrés Urrego. El Fracaso Hace Parte de la Vida. https://losentrepreiners.blogspot.com/2022/11/el-fracaso-hace-parte-de-la-vida.html


miércoles, 14 de junio de 2023

Emprendedor, personaje del siglo XXI

Mucho se habla de la mentalidad emprendedora. De lo importante que es desarrollarla, y de cómo ser emprendedor(a) puede salvarte hasta la vida, en especial por estos días, cuando estamos a punto de cumplir el primer cuarto del siglo XXI: el de la 4ª. Revolución, la revolución digital; el de la era del emprendimiento y la innovación, según los expertos.

La mentalidad emprendedora no es exclusiva de quienes quieren tener su propio negocio. Es una actitud frente a la vida de quienes no esperamos a que las cosas sucedan, sino, que, por el contrario, las hacemos suceder saliendo como caballos desbocados, huyendo despavoridos de las redes de la procrastinación, palabra que por cierto estremece con solo oírla, en especial si se es del género masculino, llevando en la mayoría de las casos al error, al camino equivocado, creando caos entre quienes nos rodean y aman, al vernos girar sin dirección en nuestras vidas.


La búsqueda de la independencia social y económica como eje motivador del emprendedor, es personal y propia. Se lleva en el corazón, en lo profundo del alma, y no es asunto para cualquiera.

Hay que tener piel de aguante para ser uno en una sociedad que castiga a quien decide poner cote a su destino, y es visto como si fuera lo peor, una paria social e irresponsable por hacerlo, recibiendo críticas por haber tomado la decisión de “jugar” con su futuro y el de quienes lo rodean.

No lo digo yo.

Lo respalda los informes del Global Entrepreneurship Monitor -GEM- al mencionar razones por las que en latinoamericana el emprendimiento empresarial  no es la primera opción, a pesar de los esfuerzos hechos por gobiernos y universidades por sacar a la calle emprendedores como arroz, y convertirlos en instrumentos de desarrollo social y económico, tal y como ocurre en los países del norte, en donde la situación es diametralmente opuesta.

Soy de la creencia de que todos somos emprendedores por naturaleza. Pero el entorno se encarga de apagar o avivar la llama que necesitamos para continuar. La presión social por el sueldo y el empleo estable, castigar el fracaso, el afán por el resultado y demeritar a quien inicia su propio proyecto empresarial "por "loco", ataja a más de uno en el impulso emprendedor, como lo muestra la fuente de información referenciada, en investigaciones y datos emitidos por años en sus plataformas.[1]

Ser emprendedor no es cosa de la noche a la mañana. 

Es el resultado de años de trabajo, del perfeccionamiento y desarrollo de una serie de habilidades y actitudes que hacen que con el tiempo se sea mejor, cumpliendo con un  proyecto de vida claro y definido, para el caso de este escrito, dedicado al emprendimiento empresarial, para alcanzar la independencia social y económica mencionada.

En eso hago valer mi tendencia agorista de nivel moderado en el tema.

En  optar por la opción del empresarismo, del montaje de empresas o la independencia profesional para lograrlo, entendiendo que no todos los seres humanos tienen las condiciones para ello, pues exige una forma diferente de ver y asumir la vida.

Según el GEM, se estima que en el mundo hay cerca de 580 millones de emprendedores. 

Casi el 7% de la población mundial, o sea muy pocos,  lo que nos hace pertenecer a un grupo minoritario, si no bien selecto, de personas con un interés profundo, visceral, por ser libres, independientes social y económicamente. Personas que tenemos el deseo de construir un mundo mejor, más allá del interés primario por el dinero, solucionando problemas, satisfaciendo necesidades o aprovechando oportunidades de negocio, como otros no lo han hacen. 

Lo hacemos porque tenemos en un nivel superior una serie de habilidades y actitudes que nos hace más emprendedores que el común. Ojo, más emprendedores, no superiores. Actitudes que marcan la diferencia entre un emprendedor empresarial y quien no lo es, y que tienen que ver con el ser, con la forma  de abordar la vida y su cotidianidad y que propongo para desarrollar la mentalidad emprendedora y enfrentar las exigencias del siglo XXI, de mejor manera. :


Pasión

Es una emoción que lo hace ir a uno hasta el final sin recriminar ni renegar, de los obstáculos que se presentan. La pasión fortalece la capacidad de orientación al logro que todo emprendedor debe tener. Se desarrolla en la medida en que uno se conozca mejor, y se tenga un proyecto de vida claro. 

Curiosidad

Es una habilidad del ser que lo lleva a uno a buscar el origen, la razón y las consecuencias de las cosas. Es la base para desarrollar el pensamiento crítico y analítico,  y mejorar el proceso de toma de decisiones. Analizar situaciones utilizando el árbol de problemas, por ejemplo, ayuda al mejoramiento de la actitud.

Imaginación

Es una habilidad de la mente por crear cosas. Promueve la amplitud perceptual, y apoya al pensamiento creativo para crear soluciones únicas e innovadoras. Inventar historias, realizar ejercicios de creación artística, lluvias de ideas para plantear soluciones, ayuda para ser más imaginativo. 

Cooperación

Es la forma de actuar de manera conjunta, voluntaria, con otras personas para cumplir un objetivo. Fundamenta la capacidad de trabajo en equipo, una competencia vital del siglo XXI. La realización de actividades y juegos grupales, la creación de comunidades sostenibles con los mismos intereses, son algunas acciones que seguir para promoverla de manera efectiva.

Proactividad

Es la capacidad de tener iniciativa y arrancar cosas sin esperar a que otros lo hagan, Es la esencia del emprendimiento, y desarrolla la orientación a la acción en el emprendedor.  Planear, ponerse retos, metas, evitar procrastinar e iniciar proyectos, son algunas actividades a realizar para promover la competencia.

Pasión, curiosidad, imaginación, cooperación y proactividad, cinco actitudes del siglo XXI que llevarán a cualquier emprendedor, a un nivel superior. Buscar su mejoramiento y desarrollo será una tarea a seguir por quienes quieran sobrevivir en el duro mundo del emprendimiento empresarial, uno que no escatima en costos para aplacar a quien no se encuentra preparado para enfrentarlo y sobresalir en él.

 

Gracias por tu lectura. Nos leemos en el próximo ensayo.

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[1] Global Entrepreneurship Monitor. Resultados del proyecto de  investigación. GEM. En https://gemcolombia.org/publicaciones/ 

martes, 6 de junio de 2023

Públicos dinámicos: Clientes no: Club de seguidores

 

Mucho se ha dicho y se dirá acerca de cómo se construye la clientela para un negocio. Al fin y al cabo, es la que genera los ingresos , por lo que el tema no pierde relevancia, más, cuando el cliente continua siendo el rey, siempre tiene la razón (aunque no sea así), y nuevas expectativas surgen a su alrededor de él, obligando a empresarios y mercadólogos  a mirar más allá del diseño de producto y las promociones para atraparlo, debido entre otras, a la impaciente avidez que tiene por vivir experiencias memorables, significativas, profundas… entrañables… que lo hagan sentir como parte de algo supremo, más allá de ser un sujeto comprador de productos.    

Fue un error que cometí cuando me inicié en el negocio de la literatura.

Considerar a los clientes como si todos fueran del montón. El afán era vender mis libros por bultos, pues como en todo negocio, lo importante era recuperar la inversión en tiempo hecha, hacer billete para ser rico y famoso, lo que me llevó a perder todo foco sobre la importancia de construir una comunidad de lectores que pudieran ser parte del proyecto, para hacerlo sostenible por sécula seculórum.

Me quedé corto en la aplicación de la definición de la variable estratégica seguidor que yo mismo había propuesto en la herramienta para el diseño de modelo de negocios Star Model, una que supera la concepción de cliente, consumidor o comprador, orientándola hacia una de mayor nivel, la de la fan o seguidor, en donde la emocionalidad y la generación de experiencias mueven los hilos relacionales entre el negocio, y quienes conforman sus grupos de consumidores.   

Y es para cualquier tipo de empresa o negocio.

En especial hoy, cuando la economía de la experiencia (Pine -Gilmore, 1988) está en pleno furor, el desarrollo de clientes (Blank, 1990) tiene más peso que nunca, exigiendo a emprendedores y empresarios a ser creativos, al momento de diseñar acciones para capturar y preservar a quienes consumirán sus productos o servicios.

 Se logra a partir de vínculos emocionales de largo aliento.  

De relaciones de interdependencia, interacción, y comunicación permanente, algo a lo que he llamado públicos dinámicos, una estrategia que insta a conformar grupos de seguidores que se convierten en una comunidad, algo indispensable para alcanzar la sostenibilidad y la generación de valor hoy en día.

 

El Concepto

Antes de continuar con el escrito doy reconocimiento a Álvaro Narváez, amigo entrañable de la vida, maestro en artes escénicas y secretario de cultura de Medellín para la época de este escrito, quien aplicó con éxito sus conceptos en el desarrollo de audiencias para el sector del arte y la cultura de la ciudad, mediante la estrategia de formación y gestión de públicos dinámicos de la entidad.

El desarrollo de Públicos dinámicos es un concepto de aplicación estratégica creado por el autor, dirigido a empresas y negocios que desean la construcción de relaciones significativas, memorables, y de largo aliento, con quienes consumen sus productos o servicios (Público), con enfoque de club de fans.

Es dinámico, porque la relación es de doble vía.

Prima la interacción y la interdependencia funcional entre ellos (empresa-consumidores), ya que  cada uno cumple una función específica en el proceso de relacionamiento e intercambio de información, que fortalecen la sociedad construida.

Seguro pudo para su desarrollo mis ínfulas de reconocimiento artístico o de experto en negocios que mantengo, imaginando el cúmulo de gente leyendo o escuchando mis historias de ficción y crónicas relacionadas con el mundo empresarial.

Pero pudo más el observar y analizar los comportamientos de los grupos de seguidores de artistas, equipos deportivos, personajes políticos, religiosos o gurús de la superación personal, que rayan en lo absurdo la mayoría de las veces por seguir y defender los preceptos de sus ídolos, debido entre otras razones, a la conexión psicográfica que los vincula, cimentando lazos emocionales que se mueven entre valores como la lealtad, la fidelidad, el amor y la pasión, los cuales se  reflejan a posteriori en discos de oro, estadios y plazas públicas llenas, o convirtiendo un escrito en el best Seller del año.   

 

Se construye con filigrana y máximo detalle.

Los públicos dinámicos van a la conexión emocional positiva, constructiva, pero sin ser moralina o un programa de “yo soy  mejor”, pues el fondo, son las ventas.

Públicos dinámicos obliga a conocer en el nivel más íntimo a quienes usan o consumen los productos o servicios de la empresa, más allá del aspecto comercial.

Gustos, intereses, aspiraciones, estilos de vida, preocupaciones, sueños, ideales, todo lo que son como seres humanos, y marcan su perfil psicológico. Se logra a preguntando, conversando, observando sobre el comportamiento del fan, utilizando cualquier método de recolección de información, pero considero que aquellos que permitan un ambiente de relacionamiento personal, serán más útiles para el cometido: grupos focales, entrevistas personales, juicio de expertos, etc.

Conocerlos en detalle exige  mantener comunicación permanente con los seguidores.

Empuja a la empresa a ser asertiva y eficaz con ella, haciendo uso de medios y herramientas acordes con sus perfiles, que sean de doble vía, concediéndoles la posibilidad de acceso a la co-creación de contenidos o actividades que originan la cooperación y un mejor acercamiento entre las partes.

 La comunicación debe inducir hacia relaciones de lealtad, fidelidad, amor y pasión. Debe ser asertiva, persuasiva, o afectiva cuando se requiera, y hacer parte fundamental del diseño de las estrategias de marketing de contenidos, de contenidos de marca, de reputación corporativa, o el diseño de experiencias inmersivas o de entretenimiento dirigidas a los seguidores.  

El conocimiento íntimo y la comunicación permanente deben gestionarse.

Es la forma de mantener vivas las llamas del amor, la pasión, y la de garantizar el mantenimiento, la consolidación y sostenibilidad de la comunidad. Se ejecuta a partir de acciones que conlleven a la superación del concepto de club de fan hacia otro nivel, a través de la búsqueda de una participación profunda por parte de ellos en temas relacionados con el desarrollo estratégico del negocio, como pueden ser entre otros el diseño del modelo de negocios, el diseño de productos, o el direccionamiento estratégico, como lo propone Steve Blank, en su teoría sobre el desarrollo de clientes.  

Acciones de innovación como la co creación, la realización de encuentros presenciales o virtuales tipo convención de seguidores, o el acceso a bonificaciones o premios especiales por su participación, podrían serían algunas a considerar al momento de su ejecución.

Es de recordar para terminar, que el foco principal de la estrategia de públicos dinámicos no es aumentar ventas de manera inmediata. Es la de construir una comunidad que se sienta parte de algo superior, lo que conllevará en el mediano y largo plazo, al aumento del consumo; un aumento hecho de manera natural, voluntaria, cooperada, pues los consumidores sienten que hay alineación entre sus intereses y los que promueve resolver la empresa.

 

Gráfico: Concepto de Públicos dinámicos-Andrés Urrego 2023

 

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